La contaminación en los paneles fotovoltaicos crea una capa que impide que la luz solar penetre en la célula. A medida que aumenta la masa de polvo acumulado, disminuye la potencia y la eficiencia del módulo. Para evitar esta pérdida de eficiencia, los paneles fotovoltaicos deben limpiarse correcta y regularmente.
Para limpiar los paneles fotovoltaicos debe utilizarse agua pura desionizada. El agua pura desionizada está libre de sustancias disueltas en el agua. A diferencia de las soluciones (ácidas, básicas, alcohólicas), el agua pura desionizada no deja manchas en los paneles. Si se utiliza una solución, puede ser necesario un aclarado adicional. Así, después de la limpieza, no hay ningún obstáculo para que la luz solar llegue al panel y lo absorba. No deben utilizarse detergentes ni productos que contengan sustancias químicas para limpiar los paneles fotovoltaicos del polvo y la suciedad sin estar seguros de su contenido. Deben examinarse los informes de ensayo de las soluciones que se vayan a utilizar y la mezcla debe prepararse y utilizarse en las concentraciones especificadas.
Si la solución se utiliza en cantidades elevadas, pueden observarse marcas en la superficie de cristal de los paneles solares y efectos corrosivos en la estructura inferior, como se muestra en la imagen.
La limpieza de los paneles siempre conlleva el riesgo de quedar atrapado por la alta tensión. Para evitar electrocutarse, los paneles deben limpiarse con agua pura desionizada no conductora. De este modo, se puede proteger la seguridad laboral. Al limpiar el panel fotovoltaico, hay que procurar que la temperatura del agua y la del panel coincidan. No se debe verter agua fría sobre el panel caliente. De lo contrario, podría producirse un choque térmico. Los paneles podrían quedar inutilizables.
Los cepillos utilizados para la limpieza no deben dañar la superficie del panel. Durante la limpieza del panel, no se debe pisar el panel y nunca se debe caminar sobre él. Debido al peso del cuerpo humano, pueden producirse pequeñas grietas invisibles en el panel. Pueden producirse problemas graves, especialmente descargas eléctricas, debido a la filtración de agua de lluvia en las grietas o a los líquidos utilizados para la limpieza. Los cepillos abrasivos o duros pueden rayar el delicado revestimiento antirreflectante de la superficie del panel. Estos arañazos, por pequeños que sean, pueden dispersar la luz solar entrante, reduciendo la cantidad de luz absorbida y convertida en electricidad. Si el cepillo deja rayas o restos, éstos actúan como pequeñas sombras en las células y bloquean parte de la luz solar entrante, reduciendo la producción total de energía.
Figura 3. Visualización manual del efecto de la pisada sobre los paneles y de los arañazos que se producirán en el panel si no se utiliza el equipo adecuado.
Preparado por: Batuhan Mert LAÇİNKAYA
Para sus preguntas: batuhanlacinkaya@rob-sys.com
Fecha: 12.07.2024
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